Esta pregunta inquieta a mucha gente. Ante la lucha por el poder y la influencia que notamos día a día, entre las grandes potencias, nos preguntamos ¿Quién llegará a dominar al mundo? ¿Rusia o Estados Unidos de América? Otros consideran a China con su enorme potencial humano, o a Japón con su creciente poder económico como los probables candidatos. También Europa con su mercado común se perfila y llama poderosamente la atención. ¿Está por resucitar el imperio romano?
¿Jugará Europa un papel primordial en la conquista del dominio universal en el futuro? O, ¿surgirá de pronto como gigante alguna otra nación?
Existieron muchos hombres que soñaban con dominar al mundo. Hitler como también Napoleón estuvieron cerca de lograrlo, pero sus anunciados imperios se derrumbaron como un castillo de naipes. ¿Por qué? Porque hay desde hace 2.600 años, tres palabras escritas en la Santa Biblia, que no permitieron que dominasen la Europa dividida.
Las profecías bíblicas son la luz que ilumina el futuro. "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca..." 2 Pedro 1:19
Solamente Dios conoce el porvenir (Isaías 46:9-10), y lo ha revelado en el Libro de los Libros. Son la prueba irrefutable de su veracidad y de la existencia del autor de la vida.
UNA EXTRAORDINARIA REVELACIÓN DEL FUTURO
Era alrededor del año 600 A.C. Nabucodonosor, el rey de Babilonia, se acostó una noche preocupado, pensando en el futuro de las vastas provincias de su imperio que aún flotaban en la incertidumbre de las conquistas. Aquella noche tuvo un sueño muy extraño. Quedó profundamente impresionado, pero lo olvidó. En su afán de recordarlo y conocer su significado llamó a todos sus "magos, astrólogos, encantadores y caldeos para que le expliquen su sueño" (Daniel 2:2), pero en vano. Estaban dispuestos a darle alguna explicación del significado si él les relataba el sueño, pero Dios permitió que lo olvidase. En su impotencia le dijeron al fin: "No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto al rey; además de esto ningún rey, príncipe, ni señor preguntó cosa semejante... porque el asunto que el rey demanda es difícil y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne" Daniel 2:10-11.
Nabucodonosor se llenó de ira y ordenó matar a todos los sabios de Babilonia. "Y se publicó el edicto que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos" Daniel 2:13. Estos cuatro jóvenes habían sido transportados de Judá cuando los babilonios conquistaron estas tierras. Conocían al Dios verdadero y al enterarse de que iban a ser muertos, pidieron tiempo al rey y clamaron con profundo fervor al que todo conoce.
"Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo... y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. El revela lo profundo y lo escondido..." Daniel 2:19-22.
Cuando el aún joven profeta Daniel se presentó al monarca le dijo "El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y El ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer ...Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo porvenir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser..." Daniel 2:27-29.
UN SUEÑO IMPRESIONANTE
"Tú oh rey veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. la cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en su pies de hierro y barro cocido, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra" Daniel 2:31-35.
EL SIGNIFICADO DEL SUEÑO
No todos los sueños tienen significado, pero es una de las maneras como Dios se ha revelado a los profetas. Este sueño de Nabucodonosor, fue una revelación divina y encierra la historia de 2.600 años.
Daniel continúa:"Este es el sueño; también la interpretación diremos en presencia del rey" Daniel 2:36.
Cada una de las partes de esta estatua representa un reino. Se describe la sucesión ordenada de la conquista del poder en el mundo conocido de aquel entonces.
Veamos la interpretación que el profeta Daniel da al rey.
LA CABEZA DE ORO
"Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad... tú eres aquella cabeza de oro" Daniel 2:37-38.
La cabeza de oro, representa a BABILONIA. Existió desde el año 606 al 538 A.C.
El oro es el metal ideal para repesentar a este reino, el cual tuvo un gran esplendor. Tenía amplias avenidas y suntuosos palacios. Sus jardines colgantes, eran una de las 7 maravillas del mundo antiguo. Sobre terrazas escalonadas, habían colocado gran cantidad de tierra y crecían gigantescos árboles.
Abundaba el oro. En el gran templo de Marduk había imágenes de Bel y una mesa de 12 x 4,50m., ambas de oro puro, las que juntas pesaban unos 23.000 kilos. También habían leones y una figura de oro de 5,40m. de altura.
La ciudad era aparentemente inexpugnable. Según el Historiador Herodoto estaba rodeada de un muro de unos 60m. de altura y una profunda fosa con agua alrededor.
Consideraban imposible reducirla, sitiándola hasta que los habitantes se rindan por el hambre, ya que los babilonios, tenían provisiones para 20 años y tenían agua en abundancia, pues el río Éufrates cruzaba por debajo de los muros por el medio de la ciudad.
LA CAÍDA DE BABILONIA
El rey Ciro, al mando del ejército Medo-Persa conquistó primeramente la ciudad de Cípara que estaba situada río arriba junto al Eufrates. Allí existía un lago artificial y un sistema de compuertas para regular el curso del río. Este audaz conquistador, aprovechó una noche, cuando los babilonios se hallaban de fiesta, para penetrar inadvertidamente, mientras que una mano divina escribió la sentencia en los muros de la sala del banquete real (Dan. 5). En Cípara, desvió el curso del río Eufrates, y cuando bajó su nivel, penetraron por debajo de los muros los soldados más avezados, encontrando abiertas las puertas que protegían ambas márgenes. Antes que los habitantes se percataran, ya estaba el ejército en el palacio real. Así fue sustituido este reino por otro menor, tal como la profecía lo había señalado.
EL PECHO Y LOS BRAZOS DE PLATA
"Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo..." Daniel 2:39.
Representan al imperio MEDO-PERSA (538-331 a.c.)
Era menor en esplendor que el anterior.
Los dos brazos, representan los dos países que forman el reino, Media y Persia.
Por primera vez comenzaron a circular las monedas de plata para el intercambio comercial.
EL VIENTRE DE BRONCE
"...y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra" Daniel 2:39.
Representa al imperio GRIEGO (331-168 A.C.)
Las armas que usaban los Griegos eran de Bronce. Los llamaban los soldados de bronce.
El vientre: Alejandro Magno, lo amaba mucho y por esto el imperio se dividió. Murió a los 32 años de edad por intoxicación alcohólica, al beber por segunda vez el vaso Hércules que contenía 5 litros de vino.
El brillo efímero del bronce, coincide con la gloria pasajera de este reino.
LAS PIERNAS DE HIERRO
"Y el cuarto reino será fuerte como el hierro; y como el hierro rompe y desmenuza todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo" Daniel 2:40.
Representa al IMPERIO ROMANO (168 A.C.-476 D.C.)
Este duró 644 años. Era áspero, frío y rústico, como lo es el hierro en comparación a los demás metales. Las atrocidades hechas por Nerón y otros emperadores atestiguan que era cruel y terrible.
Las armas usadas por los romanos eran las espadas cortas de hierro.
El renombrado historiador Gibbon escribió: "Las armas de la república, ...siempre victoriosas en la guerra, avanzaron, ...y las imágenes del oro, la plata o el bronce, que podían servir para representar las naciones y sus reyes, fueron sucesivamente quebrantadas por la férrea monarquía de Roma".
Y así fue como los romanos con sus cortas espadas conquistaron al mundo con una crueldad sin precedentes y destrozaron todo lo que quedaba de los tres imperios anteriores. La historia nuevamente dio un testimonio exacto del cuadro panorámico de los sucesos del mundo. Pero también Roma ha desaparecido, y ahora corresponde que nos volvamos a la extraña imagen para saber dónde nos encontramos en los anales del tiempo.
LOS PIES DE HIERRO Y BARRO COCIDO
"Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. Así como viste el hierro mezclado con barro cocido, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero NO SE UNIRÁN el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro" Daniel 2:41-43.
El imperio Romano SE DIVIDIÓ en 10 partes, entre el siglo IV y V. Sucumbió ante el empuje de las tribus germánicas del norte de Europa.
Al final quedaron ocupando el territorio del imperio romano los: Francos (Francia), alemanes (Alemania), Anglosajones (Inglaterra), Lombardos (Italia), Suevos (Portugal), Visigodos (España) y burgundios (Suiza). Los Hérulos, Vándalos y Ostrogodos han desaparecido.
En parte estas naciones son fuertes y en partes débiles (Dan. 2:42).
Se tratarían de unir nuevamente por parentescos, casándose entre los miembros de las familias reinantes. Pero a pesar que en un dado momento casi todos los reyes habían emparentado, no lograron unir la Europa dividida.
Otros intentaron reconstruir el Imperio Romano por la fuerza de las armas, pero fracasaron. Fueron: Justiniano, emperador de oriente; Carlos V, Felipe II, Luis XIV, Napoleón, el Kaiser Guillermo II y al final Hitler, pero las tres palabras de la profecía bíblica "NO SE UNIRÁN" eran más fuertes que los ejércitos de estos ambiciosos gobernantes. por el poder de estas tres palabras perdió Hitler la guerra. Su intención era unir esas naciones representadas por los diez dedos de los pies, pero Dios había dicho "no".
La Europa de la actualidad ha logrado por conveniencia, importantes acuerdos en el campo económico, y ha logrado zanjar ciertos antagonismos, pero permanecerá políticamente dividida.
EL PRÓXIMO IMPERIO MUNDIAL
"Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó" Daniel 2:34.
¿A quién representa?
Las palabras "no con mano" significan que no se trata de un acontecimiento humano, sino divino.
"Y en los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero Él permanecerá para siempre..." Daniel 2:44-45.
Sería después que trataron de unirse estas naciones y no pudieron.
Dios establecerá un reino que no sería sustituido jamás por ningún otro.
Jesucristo representa la piedra que rompió la imagen.
"Este Jesús, es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo" Hechos 4:11. "...y la roca era Cristo" 1 Corintios 10:4.
Él mismo intervendrá en los asuntos humanos en su segunda venida, para establecer su reino.
Apocalipsis 11:15 describe al gobernante del próximo imperio mundial: "Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y Él reinará por los siglos de los siglos".
El propósito de Dios es poner fin al sufrimiento y al dolor, al pecado y a la muerte. Jesús murió para salvarnos y cuando regrese desea llevarnos a un mundo mejor, ¡para hecernos plena y eternamente felices!
Ante la inminencia de este maravilloso suceso, se nos exhorta diciendo: "Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el hijo del hombre vendrá".
¿Deseas ser ciudadano de su reino?