¿Cuánto es 10-1? ¿Qué aprendimos en la escuela? Sin duda dirás 9. Pero en esta lección probaremos que 10-1=0.
Seguramente creerás que se trata de una trampa, pero no es así. Todos creen que la matemática es una ciencia exacta, pero tú descubrirás que es inexacta y que no es siempre 10-1=9. Veamos las cosas en otra dimensión.
La matemática de Dios obedece a otros patrones. Él tiene la medida exacta.
No se trata de un asunto de poca importancia. Nuestra felicidad personal, familiar y prosperidad nacional, dependen de esto. Inclusive nuestra salvación puede correr peligro.
Dios no aprueba la religión a precio de liquidación. La gente está acostumbrada a pedir rebajas y la religión moderna también le pide rebajas a Dios. Una religión sin responsabilidades, solamente basada en sentimientos, sin obediencia a Dios, sin normas. También pretenden que Dios les descuente algún mandamiento. Consideran que no todos tienen la misma importancia. Creen que cumplir la mayoría de los mandamientos es suficiente, que igual son aceptos ante Dios.
RESPETEMOS LO QUE DIOS HA DICHO
No podemos despreciar o menospreciar ninguno de los 10 mandamientos.
“Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley. Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad” Santiago 2:10-12.
Esta es la matemática de Dios: 10-1=0.
Supongamos que Ud. está colgado sobre un profundo abismo de una cadena de diez eslabones y se rompe uno solo; los demás no se mueven, ¿le salvarán los otros nueve?
Para que la policía prive a alguien de su libertad, sea juzgado y encarcelado, ¿cuántos puntos de la ley necesita transgredir? No necesita robar, matar, secuestrar y violar. Basta sólo una transgresión para ser tomado preso.
¿Qué dice Dios de aquellos que dicen ser buenos cristianos y no guardan sus mandamientos?
“El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso y la verdad no está en él” 1 Juan 2:4.
¿Qué dice Dios de los que acomodan la religión a su gusto cambiando algunos de los mandamientos?
“Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” Mateo 15:9
Dios no permite que se cambie nada de su ley.
“No añadirás a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno” Deuteronomio 4:2; (Eclesiastés 3:14).
Ni siquiera un tilde sería cambiado.
“No penséis que he venido para abrogar la ley... sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley” Mateo 5:17-19.
No hay motivos de mejorar o cambiar algo
su ley “es perfecta, que convierte el alma” Salmos 19:7.
¿Pero de qué ley se trata?
LOS DIEZ MANDAMIENTOS,
como fueron escritos por el dedo de Dios
El primer mandamiento pide no tener dioses ajenos.
“No tendrás dioses ajenos delante de mí” Éxodo 20:3.
Antiguamente adoraban al sol, los planetas, etc.; incluso en ciertos países hasta hoy se veneran animales, como la vaca, en la India.
Existen dioses modernos: Todo lo que colocamos encima de Dios puede convertirse en un dios para nosotros. Vivir para comer, en lugar de comer para vivir (Fil. 3:19).Las diversiones, deportes, honores, etc. (Mat. 10:7).
El segundo mandamiento de la Biblia prohíbe hacer y venerar imágenes.
“No te harás imagen, ni semejanza alguna de lo que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás a ellas, ni les darás culto; porque yo soy Jehová tu Dios...” Éxodo 20:4-6.
Muchos piensan sinceramente estar rindiendo culto a Dios al hacer alguna imagen, pero el mandamiento dice “no te harás...”
Hay un motivo:
“Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra. No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos” Deuteronomio 4:15-19.
Dios desea que lo adoremos en espíritu y en verdad.
“Dios es espíritu; y los que le adoran, es necesario que le adoren en espíritu y en verdad” Juan 4:24.
¿Qué dice la Biblia sobre la idolatría?
“Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y sus obras más estimadas, para nada sirven; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho?” Isaías 44:9-10 (Lea hasta el versículo 20).
El tercer mandamiento dice:
“No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano” Éxodo 20:7.
Dios es santo y desea que expresemos su nombre con respeto.
¿Qué dijo Jesús en cuanto al juramento?
“Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra... ni jurarás por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Sea vuestro hablar sí, sí; no, no; pues lo que se añade de más procede del maligno” Mateo 5:34-37.
La única excepción es el juramento judicial (Mat. 26:63-64).
¿Qué sucederá con los que usan palabras ociosas?
“Y yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, darán cuenta en el día del juicio” Mateo 12:36.
El cuarto mandamiento ordena guardar el séptimo día.
“Acuérdate del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo es sábado para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni el extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día del sábado y lo santificó” Éxodo 20:8-11.
Debemos trabajar los primeros 6 días de la semana y reposar el último: el sábado.
Fue colocado en memoria de la creación.
Debe ser dedicado a la adoración.
Es para nuestro beneficio (Marcos 2:27).
Quizás algún lector aprendió que el tercer mandamiento dice “debes santificar las fiestas”. ¿Por qué la diferencia? Los que así enseñan omiten el segundo y, para que sean siempre 10, y dividen el último. Tampoco es lo mismo “las fiestas” que un día específico. Dios no ha autorizado a ningún ser humano a cambiar su ley. Acéptela como está en su propia Biblia.
El quinto mandamiento:
“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da” Éxodo 20:12.
Dios promete bendecir con larga vida a los que honran a sus padres.
No hay límite de edad para obedecer a este mandamiento. Los padres deben ser respetados y ayudados mientras el Señor les da vida.
El sexto mandamiento:
“No matarás” Éxodo 20:13.
No tenemos el derecho de quitar la vida de nadie, ni siquiera la nuestra.
La participación en la guerra es asesinato en masa y no coincide con la doctrina de Jesucristo. Él dijo:
“Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al malvado; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que así podáis ser hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir el sol sobre malos y buenos...” Mateo 5:38-39, 43-45.
Un soldado que había servido a los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, fue juzgado y condenado por asesinato. El Juez le preguntó si aún tenía algo que decir antes que se ejecutara la sentencia de muerte.
“Sí”. Dijo el prisionero. “Cuando yo asesiné en masa para defender a mi país fui llamado patriota y ensalzado, pero cuando asesino a un hombre en mi propia defensa soy llamado asesino y condenado a muerte. Algún día no encontraremos ninguna diferencia entre el asesinato en masa y el individual, y estaremos de acuerdo”.
Jesucristo aclaró el alcance espiritual de este mandamiento que incluye:
El odiar, insultar o guardar rencor.
“Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás... Pero yo os digo que cualquiera que se enoje con su hermano será reo de juicio; y cualquiera que diga a su hermano: Imbécil, será responsable... y cualquiera que le diga: Insensato [malvado], será reo del fuego del infierno” (Gehenna en Griego) Mateo 5:21, 22; (1 Juan 3:15).
No destruir nuestro cuerpo, que es templo del Espíritu Santo, al violar las leyes de nuestra salud.
“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él...” 1 Corintios 3:16-17.
El séptimo mandamiento:
“No cometerás adulterio” Éxodo 20:14.
Este mandamiento protege al hogar. Toda relación sexual fuera del matrimonio, es condenada por Dios.
¿Qué dijo Jesús sobre las miradas y pensamientos impuros?
“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” Mateo 5:27-28.
¿Será correcto recrearnos viendo escenas de violencia o de infidelidad matrimonial, aunque sean ficticias?
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” Filipenses 4:8.
El octavo mandamiento:
“No hurtarás” Éxodo 20:15.
Incluye todo robo sea grande o pequeño. Las guerras de conquista, la esclavitud, toda falta de honradez en los negocios, como la adulteración de productos, pesas y medidas falsas, el aprovechamiento de la debilidad e ignorancia del prójimo, el destruir la influencia de otro, incorrecta remuneración o incumplimiento en el trabajo, etc. o sea, toda falta de honestidad.
El noveno mandamiento:
“No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” Éxodo 20:16.
Toda mentira, cualquiera sea la intención, está incluida en este mandamiento.
Podemos mentir mediante un gesto, guiñada o por la supresión intencional de la verdad, cuando el propósito es engañar.
Los mentirosos serán excluidos de la salvación (Apocalipsis 22:15).
El décimo mandamiento:
“No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo” Éxodo 20:17.
La codicia es la antesala de otros pecados como el robo y el adulterio (Miqueas 2:2).
- En esto consistió el primer pecado de Eva (Génesis 3:6).
- Dios desea protegernos a través de su ley y hacernos felices.
EL PODER DEL AMOR
No hay fuerzas en el hombre para obedecer los requerimientos de Dios. Necesitamos la ayuda de Jesús, mediante la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida. Solamente nos puede mover el amor. Una pequeña parte de ese amor inmenso que Él nos ha mostrado a través de su sacrificio hecho en nuestro favor.
Por eso dice: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” Juan 14:15.
Los primeros cuatro mandamientos nos muestran cómo amar a Dios.
Los últimos seis, cómo amar a nuestro prójimo (Romanos 15:9).
Sí, el Gobierno de Dios está fundado en el amor.
Pero ¿cómo podemos obedecer a Dios si somos tan débiles?
“Porque Dios es el que en vosotros opera tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 2:13, 4:13.
¿Compramos el cielo con lo que hacemos? ¿Qué función cumple la ley?
“Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” Romanos 3:20, 24.
De modo que no podemos comprar el cielo con nuestras obras.
La salvación es un regalo inmerecido de Dios.
Nuestras transgresiones pasadas nos condenan, pero la ley tiene un propósito: el de mostrarnos el pecado para que vayamos a Jesús, le pidamos perdón, cambiemos nuestra conducta errada y tengamos la oportunidad de mostrarle nuestro amor genuino.
Si decimos como Pablo: “Señor, ¿qué quieres que haga?” (Hechos 9:6), y elegimos el camino de los mandamientos de Dios...
Recibiremos muchas bendiciones. Seremos cabeza y no cola.
"Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.
Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.
Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.
Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas" Deuteronomio 28:1-2, 9, 13.
Nuestras oraciones serán oídas.
“Y lo que le pidamos, lo recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos...” 1 Juan 3:22.
Tendremos paz espiritual.
“¡Oh si hubieras atendido a mis mandamientos! Sería tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar” Isaías 48:18.
Inteligencia
"De tus mandamientos he adquirido inteligencia;
Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira" Salmos 119:104
Salud
"Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador" Éxodo 15:26
Prosperidad y larga vida.
“Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre” Deuteronomio 4:40.
Sí, Dios desea bendecirnos grandemente, pero depende de nuestra decisión.
¿Te decides por los mandamientos de Dios, o por los mandamientos de los hombres? ¿Deseas pedirle fuerzas a Dios para vivir cada día de acuerdo a su Santa ley, por amor?
Si has aceptado a Jesús como Señor, además de aceptarlo como Salvador, son tuyas todas las promesas de Dios, ¡y puedes sentirte muy feliz!