Guías de investigación bíblica
Tema 30

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL SECRETO DE LA VICTORIA

 

Cada ser humano tiene el deseo de triunfar.

* El joven en sus estudios.

* La madre en la educación de sus hijos.

* El hombre o la mujer adultos, en su profesión.

* El político en su ambición de poder.

* El deportista en su afán de ser el primero.

* El enfermo en su deseo de sanar.

* También el cristiano, en su mira de identificarse con Cristo y heredar la vida eterna tiene que ganar victorias.

¿Cómo lo puede lograr? ¿Qué claves nos da la Biblia para triunfar en la vida temporal y en la espiritual?

Dios desea nuestra prosperidad y nuestro bien (3ª Juan 2), y desea darnos poder para ganar grandes victorias.

 

DOCE SECRETOS PARA TRIUNFAR

1. Dar a Jesús el corazón y aceptar la salvación, o sea, la justificación, (Romanos 5:1). ¿Con qué palabras se dirige a Ud.?

“Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos” Proverbios 23:26.

 

Cada mañana tenemos una nueva oportunidad de expresar nuestra gratitud y lealtad a Dios. Nosotros fuimos malos y El nos buscó, fuimos desobedientes y El nos ha perdonado, le ofendimos y El nos muestra su amor. Nos ofrece declararnos justos en el tribunal de Dios aunque somos culpables y todo esto sólo por gracia. ¡Cuántos motivos para amarle y darle nuestro corazón!

 

2. Poner a Dios en primer lugar. ¿Cuáles fueron las palabras de Jesús al respecto?

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” Mateo 6:33.

 

Colocarlo en el primer lugar significará dejar de lado ciertos gustos y conveniencias.

Si le damos el lugar que le corresponde en nuestras decisiones, haremos nuestras todas las promesas seguras de nuestro Dios.

 

3. Aceptar nuestra impotencia humana y unirnos a Cristo, confiando en su gracia cada día. ¿Con qué se compara esa unión?

“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” Juan 15:4-5.

 

4. Escudriñar diariamente la Palabra de Dios, (Hechos 17:11). ¿Con qué propósito?

“Y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra” Deuteronomio 17:19.

 

5. Orar siempre. ¿Cuántas veces oraba Daniel al día?

“Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes” Daniel 6:10.

 

6. Tener fe. ¿Qué no podemos hacer sin ella?

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” Hebreos 11:6.

 

7. Asistir a las reuniones, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre…

Hebreos 10:25. ¿Cuál era la costumbre de Jesús?

“Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer” Lucas 4:16.

 

¿Por qué son importantes las reuniones? La fe es por el oír (Rom. 10:17).

Nos ayudarán a crecer en gracia y conocimiento. Allí adoramos a Dios y alabamos su nombre (Sal. 107:32). Damos y recibimos del pan espiritual.

 

8. Perdonar y amar. ¿Qué ejemplo debe inspirarnos constantemente?

“Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto” Colosenses 3:13-14.

 

9. Seguir el ejemplo de Jesús en la obediencia a sus mandamientos. ¿A quiénes es prometida la salvación?

“Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” Hebreos 5:8-9.

 

10. Testificar a otros. ¿Como qué nos colocó el Señor?

“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra" Hechos 13:47.

 

Mediante nuestro trabajo y nuestros recursos, debemos colaborar en la salvación de otros.

No hay cosa más eficaz para mantenerse firme, lograr triunfos en la vida espiritual, desarrollar los talentos y experimentar una profunda satisfacción, que cuando trabajamos por Dios. Esto fortalece los músculos de la fe y nos hace sentir verdaderamente útiles.

Comience hoy mismo a compartir con otros lo que Ud. ha aprendido y recibirá los beneficios.

 

11. Mantenerse firme, sin fluctuar. ¿En qué nos podemos aferrar?

“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” En las horas de la prueba, recordemos siempre que Dios no nos deja ser tentados más de lo que podemos soportar" 1 Corintios 10:13.

 

12. Confiar y permitir que Dios obrará en nosotros. ¿Qué promesa da el Señor a los que se entregan totalmente a Jesús?

“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” Filipenses 2:12-13.

 

Si nos hemos entregado a Jesús colocándonos de parte de lo recto, Dios pondrá en nuestro corazón el deseo de obedecerle y nos dará la fuerza necesaria para hacerlo. el ha influido mediante su Espíritu en nuestra fuerza de voluntad, pues El nos ha llamado y desea que seamos felices.

 

¿ES EL TRIUNFAR PRODUCTO DEL DESTINO?

 

¿Qué oportunidad da Dios a cada ser humano?

“Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.

Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella” Deuteronomio 30:14-16.

 

"A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia" Deuteronomio 30:19.

 

Dios desea que seamos salvos, pero no nos obliga. Nos ha dado el libre albedrío y coloca ante nosotros dos destinos: la vida y la muerte, la maldición o la bendición. Esta última la recibimos si le amamos, andamos en sus caminos y guardamos sus mandamientos. Y ¡con qué vehemencia nos suplica el Señor! ¡Escoge pues la vida, para que vivas tú y tu descendencia! Él hizo todo por salvarnos y darnos la victoria. Ahora depende de nosotros, hacer la debida elección.

 

¿Qué consejo nos da Jesús?

“Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va.

Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos” Juan 12:35-36.

 

  • El éxito o el fracaso de nuestra vida, la perdición o la salvación, está en nuestras manos. El mensaje de Elías es dirigido a nosotros: “¿Hasta cuándo claudicaréis entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si es Baal, id en pos de él”, (1 Reyes 18:21).
  • Ud. ha recibido la invitación de Jesús. Ha conocido en este curso las verdades más solemnes que han sido dadas a los mortales, ¿Cuál será su respuesta?
  • Jesús mostró su gran amor durante su ministerio terrenal, sufriendo en el Getsemaní y el Calvario. ¡Que no sea en vano ese sacrificio!
  • Sufrió una angustia indecible, soportó los crueles azotes que le hicieron sangrar, la burla grotesca de la turba enardecida, el desprecio amargo de quienes Él había ayudado, la traición cruel del que había andado con Él. Soportó el peso aplastante de la cruenta cruz, las heridas sangrantes de las espinas punzantes y el sufrimiento insoportable de aquellos grandes clavos mortales y el dolor atroz de las heridas que se desgarraban mientras levantaban el madero y lo dejaban caer dentro del hoyo que sería su base. Sintió el peso de los pecados de esta infiel humanidad en ese cuerpo lacerado, despreciado y probado hasta lo sumo.
  • No obstante, perdonó a sus verdugos y a aquellos que le crucificaron con sus pecados y transgresiones. ¿Dejaremos que ese sacrificio haya sido en vano?
  • Él hizo todo para salvarnos y hoy espera una respuesta nuestra. ¡Que sea favorable! Nos ofrece el cielo y la vida eterna y nos pide muy poco: ¡Nuestro corazón! ¿Se lo daremos?

 

SIETE HERMOSAS PROMESAS DE DIOS

 

Al que venciere...

  1. Apocalipsis 2:7. “Le daré a comer del árbol de la vida”.
  2. Apocalipsis 2:11. “No sufrirá de la muerte segunda”.
  3. Apocalipsis 2:17. “Le daré a comer del maná escondido y una piedrecilla blanca con un nombre nuevo”.
  4. Apocalipsis 2:26. “Recibirá autoridad sobre las naciones”.
  5. Apocalipsis 3: 5. “Será vestido de vestiduras blancas y no borraré su nombre del libro de la vida”.
  6. Apocalipsis 3:12. “Le haré columna en el templo de mi Dios y nunca más saldrá de allí”.
  7. Apocalipsis 3:21 “Le daré que se siente conmigo en mi trono”.

 

Hemos terminado el último tema de este curso y Ud. merece recibir un certificado. Los conocimientos adquiridos le han dado, sin duda, una nueva visión de las cosas de Dios y le serán de gran utilidad. Se sugiere guardar los temas en una carpeta, para poder consultar con facilidad ante cualquier pregunta que pueda surgir. Claro que si practicamos lo aprendido, recibiremos las bendiciones que el cielo nos ha prometido.

Se han preparado una serie de frases, que sirven de repaso y que contienen las decisiones más importantes. ¿Le interesaría repasarlas?

Hay quienes utilizan esta lista para evaluar su avance en la vida cristiana.

 

AUTOEVALUACIÓN DE MI VIDA CRISTIANA

 

  1. Creo que toda la Biblia es la Palabra inspirada de Dios.
  2. Creo que vivimos en los últimos días y que Jesucristo regresará pronto en forma personal y visible.
  3. Que aparte de Jesús no existe otro medio de salvación.
  4. Que soy justificado únicamente por la fe, y que las obras son simplemente el fruto de ella y la prueba de mi amor.
  5. Creo que la Santificación es la obra de Cristo hecha en mí, por medio del Espíritu Santo.
  6. Oro cada día al Señor. También pido la bendición por los alimentos.
  7. Creo en la validez eterna de los 10 Mandamientos.
  8. Creo que el sábado es el verdadero día de reposo y estoy dispuesto a guardarlo.
  9. Los muertos nada saben y duermen hasta la resurrección final.
  10. Creo que solamente en Jesús debemos buscar ayuda, no en videntes, curanderos, astrólogos o espiritistas.
  11. Creo en la vida eterna, en que Dios creará una tierra nueva después del milenio.
  12. Que en 1844 comenzó el Juicio Investigador y que en el santuario celestial, Jesús pasó al lugar Santísimo.
  13. Que la verdadera Iglesia se conoce en que guarda los mandamientos de Dios y tiene la fe de Jesús.
  14. Deseo ser bautizado para ser parte del cuerpo de Cristo que es su iglesia.
  15. Creo que Dios se reveló mediante el don profético a través de Elena G. de White.
  16. Me propongo alimentarme en forma natural de acuerdo a las indicaciones que Dios dio a los hombres en el principio.
  17. Reconozco que todos mis bienes son de Dios. Deseo contratarlo como mi socio dando mis diezmos y ofrendas por gratitud a El.
  18. Me propongo vestir de acuerdo a las normas cristianas y recrearme en armonía con la voluntad de Dios.
  19. Deseo compartir con otros la Palabra de Dios y hablarles de la Salvación.
  20. Deseo estar entre los vencedores y vivir cada día con Jesús una vida victoriosa.

 

¡Gracias Señor, por hacer de mí un Vencedor!

¡Le invitamos a ver en la web labibliatienerazon.org otros temas de gran interés y de edificación espiritual!

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CUESTIONARIO DE REPASO · TEMA 30